Hola
preciosidad! Por fin puedo sentarme a escribirte! Leí tu mensaje!!! Tan mal
estás? Qué te ocurre? Alex te ha rechazado? No le has encontrado? :-o
No
sé muy bien por donde empezar, así que iré directa. YA SÉ TODA LA HISTORIA
SOBRE MI PADRE. TODO.
Te
cuento...
Tras
la primera toma de contacto con el señor Baccelieri, me llevaron a un centro de
acogida para niños y adolescentes. Allí conocí a Felice, una mujer que me
trató, desde un principio, como si me conociese de toda la vida. Fue
francamente desconcertante, pero todo empezó a tomar forma cuando me mostró un centro de acogida para niños y me contó que ella y mi padre, fueron buenos amigos, y que la ayudó a
fundar y sacar adelante ese centro. Hubo un momento, cuando me mostró un par de
fotos de mi padre, que creí que me iba a romper y ¿a qué no sabes qué? ¡Lloré
por primera vez en muuuuucho tiempo!
Sigue
leyendo, que ahora llega el verdadero impacto. Felice esperó hasta la
sobremesa, creo que sabía que no podría probar bocado tras contarme la historia
.
¿Preparada?
Jajajajaja, te tengo angustiada con tanto preámbulo ¿verdad? Puedo imaginarme
tu cara, jajajajaja. Bueno, a lo que iba. Esta es la historia de mis padres.
Se
conocieron un verano de 1968, mi madre trabajaba en el restaurante de sus
padres, y mi padre, fue con los amigos a celebrar el comienzo de vacaciones. Por
aquel entonces, él padre estudiaba en la reconocida universidad Politecnico di Torino y en Bari, pasaba
las vacaciones junto con su familia y amigos de la infancia. Ella los atendió y
él no tardó en mostrar especial interés por aquella camarera que atendía en
italiano y hacía las comandas en español. Eso fue lo que más le atrajo de ella,
por lo visto.
Pues
bien, entre bromas y sonrisas pícaras, le prometió a mi madre que vendría cada
día a verla y que se tomaría sus comidas y cafés ahí hasta que ella accediese a
una cita con él. ¡Imagínate! ¡Se presentó a mis abuelos maternos y les comentó
que su hija le había robado el corazón, y que solo pedía una oportunidad para estar
con ella y conocerse mejor!
¡Increíble
Gloria! Creo que mi padre vivía muy adelantado para su época. Era muy atrevido,
teniendo en cuenta las tradiciones italianas.
Continúo…
Pasaron
los días, se fue ganando la simpatía de todos, menos la de mi madre :-( . Hasta que un día,
ella tenía que sacar unas pesadas cajas y dejarlas en la parte trasera del
restaurante y mi padre se ofreció a ayudarla, ella se negó, orgullosa y
cabezota, pero él, persistente, llevó todas las cajas de una, como muestra de
su fortaleza. Aaaaayy hombres. Ahí a
mi madre se le ocurrió la brillante idea de ponerlo a trabajar en las tareas
como cargar con la basura, limpiar los aseos, entre otras, pero a cambio, él le
hizo prometer que si cumplía con todas las tareas, ella accedería a una cita. Y
así fue. Durante una semana entera lo tuvo trabajando casi sin descanso,
incluso atendió las mesas. Los clientes, se quedaban perplejos ante su
presencia, nadie se explicaba cómo un joven apuesto como él, que podría estar
disfrutando de un perfecto verano junto con sus amigos, estaba a las órdenes de
una jovencita, que además, lo trataba con cierto desprecio.
Pasó
la semana y llegó el día de la cita. Él la recogió con su flamante coche y
ella, dudó en subir a este o no. Pero debía cumplir con la promesa :-)
La
cita fue de lo más romántica. La llevó a pasear por el puerto tras invitarla a
un maravilloso picnic mientras veían el atardecer y, mientras paseaban, cómo
no, comieron delicioso helado italiano.
¡Se
besaron! ¡En esa primera cita! Y no se separaron por el resto del verano, y él
siguió ayudando en el restaurante solo para estar más cerca de ella.
No hay comentarios :
Publicar un comentario