martes, 28 de mayo de 2013

XXI - El Mundo


Tu forma de vivir la vida. Tus propias decisiones son como una apuesta en una mesa de casino. Puedes haber apostado al número ganador o no. Puedes perder mucho en la apuesta, eso sólo depende de ti.  Depende de ese instante en el que todo te lo juegas. Debes ser consecuente con tus decisiones y recordar que, a veces, el premio no es inmediato, ni en metálico.  Hay valores en juego, oportunidades y relaciones también.

¿Crees en el destino o en el azar? ¿Crees en la casualidad? ¿En el efecto mariposa, tal vez?

¿Cuántas veces habrás pensado en  abrir la puerta de al lado? Esa que no escogiste por abrir la otra ¿Acaso crees que puede seguir ahí tras todo este tiempo?

Un buen jugador me dijo: “Debes saber perder, para siempre volver a tener la oportunidad de ganar”

En el reconocimiento de la equivocación, de la pérdida, está el gran tesoro que todos siempre hemos querido poseer: el valor.

El valor para continuar.
El valor para decir NO sin sentirnos culpables.
El valor para luchar por lo que realmente deseamos.
El valor para estar ahí cuando nos necesitan.
El valor para estar solos cuando necesitamos a alguien.
El valor para expresar la verdad de nuestros corazones bajo la atenta mirada de la incredulidad.

Hoy sostengo esta maravillosa carta entre mis manos y en ella veo todo un mundo de puertas y ventanas, caminos y cruces, sueños y realidades, mentiras y verdades. Todo capturado en la imagen de esta carta. Todo resumido en una cuestión:

¿Tendré el valor de escoger y no mirar atrás?

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